martes, 6 de diciembre de 2011

Navidad



En la víspera de Navidad, Harry se fue a la cama, 
deseoso de que llegara el día siguiente, pensando en toda 
la diversión y comida que lo aguardaban, pero sin esperar 
ningún regalo. Cuando al día siguiente se despertó 
temprano, lo primero que vio fue unos cuantos paquetes a 
los pies de su cama. 
—¡Feliz Navidad! —lo saludó medio dormido Ron, 
mientras Harry saltaba de la cama y se ponía la bata. 
—Para ti también —contestó Harry—. ¡Mira esto! ¡Me 
han enviado regalos! 
—¿Qué esperabas, nabos? —dijo Ron, volviéndose 
hacia sus propios paquetes, que eran más numerosos que 
los de Harry 
Harry cogió el paquete que estaba más arriba. Estaba 
envuelto en papel de embalar y tenía escrito: «Para Harry 
de Hagrid». Contenía una flauta de madera, toscamente 
trabajada. Era evidente que Hagrid la había hecho. Harry 
sopló y la flauta emitió un sonido parecido al canto de la 
lechuza. 
El segundo, muy pequeño, contenía una nota. 
«Recibimos tu mensaje y te mandamos tu regalo de Navidad.
 De tío Vernon y tía Petunia.» Pegada a la nota 
estaba una moneda de cincuenta peniques. 
—Qué detalle —comentó Harry. 


Ron estaba fascinado con los cincuenta peniques. 
—¡Qué raro! —dijo— ¡Qué forma! ¿Esto es dinero? 
—Puedes quedarte con ella —dijo Harry, riendo ante el 
placer de Ron—. Hagrid, mis tíos... ¿Quién me ha enviado 
éste?

—Creo que sé de quién es ése —dijo Ron, algo rojo y 
señalando un paquete deforme—. Mi madre. Le dije que 
creías que nadie te regalaría nada y.. oh, no             —
gruñó—, te ha hecho un jersey Weasley. 
Harry abrió el paquete y encontró un jersey tejido a 
mano, grueso y color verde esmeralda, y una gran caja de 
pastel de chocolate casero. 
—Cada año nos teje un jersey —dijo Ron, 
desenvolviendo su paquete— y el mío siempre es rojo 
oscuro. 
—Es muy amable de parte de tu madre —dijo Harry 
probando el pastel, que era delicioso. 
El siguiente regalo también tenía golosinas, una gran 
caja de ranas de chocolate, de parte de Hermione. 
Le quedaba el último. Harry lo cogió y notó que era 
muy ligero. Lo desenvolvió. 
Algo fluido y de color gris plateado se deslizó hacia el 
suelo y se quedó brillando. Ron bufó. 
—Había oído hablar de esto —dijo con voz ronca, 
dejando caer la caja de grageas de todos los sabores, 
regalo de Hermione—. Si es lo que pienso, es algo 
verdaderamente raro y valioso. 
—¿Qué es? 

Harry cogió el género brillante y plateado. El tocarlo 
producía una sensación extraña, como si fuera agua 
convertida en tejido. 
—Es una capa invisible —dijo Ron, con una expresión 
de temor reverencial—. Estoy seguro... Pruébatela. 
Harry se puso la capa sobre los hombros y Ron lanzó 
un grito. 
—¡Lo es! ¡Mira abajo! 
Harry se miró los pies, pero ya no estaban. Se dirigió al 
espejo. Efectivamente: su reflejo lo miraba, pero sólo su 

cabeza suspendida en el aire, porque su cuerpo era 
totalmente invisible. Se puso la capa sobre la cabeza y su 
imagen desapareció por completo. 
—¡Hay una nota! —dijo de pronto Ron—. ¡Ha caído 
una nota! 
Harry se quitó la capa y cogió la nota. La caligrafía, 
fina y llena de curvas, era desconocida para él. Decía: 
Tu padre dejó esto en mi poder antes de morir. Ya 
es tiempo de que te sea devuelto. Utilízalo bien. 
Una muy Feliz Navidad para ti. 


¿Y a uds que les gustaría de regalo para navidad?










STAFF DEL EJERCITO DE HOGWARTS






1 comentario:

  1. Gracias a dios, no quiero un Regalo por que todo lo que tengo lo tengo a lado de la persona que amo <3
    Atte: Chexsy McGonagall (:

    ResponderEliminar